Hizo un calor de cagarse.
Le saqué piojos a Vera por quincuagesimoenesimononagesimocuarta vez. Vera está triste porque el jueves terminan las clases, y tiene tres larguísimos meses de vacaciones de verano.
Matilda puede escribir las letras M, D y V sin dificultad, y patea la número cinco demasiado bien para mi gusto de madre.
Y no hay mássssinforrrrmacionessssss paraésteboletínnnnnn.