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miércoles, 31 de julio de 2019

circulares

31 de julio de 2002: United Airlines Bs. As. - Chicago, viaje de ida para irme a vivir a Iowa City, Iowa (con consiguiente traslado a Boise, Idaho, dos años después).
31 de julio de 2019: Propofol IV 130 mg, Versed IV 2 mg, viaje de ida para tolerar colonoscopía de rutina.
Como diría J. L. Borges, "A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos". Ponele.

sábado, 4 de agosto de 2012

Anti-versarios

Podríamos decir que se me pasó. Pero no. Si bien escribo esto cuatro días después, la fecha está clavada en mi memoria: 31 de julio. Ese día, hace diez años (qué manía que tenemos con los números redondos, carajo) abandonaba Ezeiza con pasaje de ida a Chicago, para volver a Buenos Aires solamente de visita. Desde hace diez años, el 31 de julio ¿celebro? (conmemoro, más bien) la partida.

No podría decir que es para siempre, pero es altamente improbable que regrese a vivir a Buenos Aires. Tras dos años transitorios en Iowa City, caí cual paracaidista (casi literalmente, tras una tormenta espantosa que por poco voltea el avión) en Boise, Idaho.

Si bien la mudanza de Iowa a Idaho comprometió menos desgaste emocional que el viaje anterior de Buenos Aires a Iowa City (no hubo familia ni amigos de quienes despedirse), fue sin embargo mucho más dura, porque fue comenzar a vislumbrar la cuasi certeza de que ya no volvería a vivir en Buenos Aires nunca más.

Tras un año de profunda depresión, en el que prácticamente me alimenté a base de Coca Cola dietética y lechuga con vinagre de frambuesas, logré encontrar mi norte (y el hambre), gracias a una serie de casualidades que no voy a repetir (y que pueden encontrar en esta publicación), y que me fueron llevando hacia el buen lugar en el que estoy en este momento.

Y este momento es otro momento de cambios, en el que decidí retomar mis estudios universitarios para recibirme, de una buena vez, de Licenciada en Letras (o de B.A. in Spanish, en su versión en inglés).

Si alguien me hubiera dicho, ese 31 de julio de 2002, que diez años más tarde me encontraría feliz, con mis dos hijas, ganándome la vida con mi sempiterna pasión por los idiomas, y en una casita amarilla con un jardín, me le habría reído en la cara. El 31 de julio de 2012, me río porque la realidad, cual noticia amarilla, supera a la ficción.

jueves, 29 de marzo de 2007

Bueno, empiezo

Después del rotundísimo fracaso de mi intento anterior (en Yahoo 360), en donde absolutamente NADIE (con la honrosa excepción de José) podía leer mi blog, tomé la decisión (sabia para algunos, espantosa para otros) de cambiar de sitio, y ahora publico acá. Para los primeros: lamento haber tardado tanto. Para los últimos: je, je, el blog ya está accesible (leer con musiquita siniestra de "Psicosis" de fondo).
Y acá me tienen. Tras una semana de yirar por Oregon, Nevada, California, Nevada otra vez, un ratito de Arizona, Utah y de regreso al pago (entiéndase Idaho, el pago actual), necesitaría varias horas de sueño ininterrumpidas, pero con seis me conformo (eso significaría que Matilda NO se va a despertar en mitad de la noche para ir al baño, ergo corremos el riesgo de que amanezca toda meada, pero bueh, con tal de dormir tranquila, me aguanto cualquier cosa).
Antes de caer en las manos de Morfeo, entonces, escribo estas últimas líneas en las que les doy y me doy la bienvenida al blog.
Ya contaré del viaje (o no) próximamente. Por ahora, los dejo con esto, más el inicio de mis dulces sueños, a los que ya oigo golpear a la puerta.
Con permiso.