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miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Debería ahorrar para mandarla al analista?

-¿Para qué sirve Shakespeare?

Matilda me sorprende con su pregunta, más que nada porque pronuncia a la perfección el apellido del bardo, y no sé muy bien qué respuesta está buscando. Tardo unos segundos en darme cuenta de que se refiere a una aplicación del iPhone (que suele birlarme para curiosear los pocos juegos que tengo).

Se me ocurren infinidad de respuestas a la pregunta de "para qué sirve Shakespeare" (la que más me gusta es "para tratar de entender este mundo de locos"). Le explico, sin embargo, y sin mayor ironía, que la aplicación contiene las obras completas del autor de Romeo y Julieta.

-¿Conocés la historia de Romeo y Julieta?- le pregunto a la vez, sin saber muy bien a dónde va a ir a parar nuestro diálogo (como siempre).

-Sí, es la historia de un gnomo que se enamora de una igual a él, pero las familias no se quieren. Al final se casan.

-Hmmm, más o menos, algo así, eso es la película "Gnomeo and Juliet", ¿no?- Veo que Shakespeare ya hizo su aparición en la vida de mi hija de ocho años, me guste o no la forma que adoptara para hacerlo. Siento que hay que hacer algo urgente-. La historia es un poquito diferente. Termina mal. Es una historia triste. ¿Te gustaría ver la historia original?- y apenas pronuncio esa última palabra, me doy cuenta de mi error. ¿Qué historia original? ¿A qué me refiero? ¿A que tiene que leer a Shakespeare? ¿O buscar sus antecedentes? ¿O ver alguna puesta en escena en Londres? ¿O ver alguna de las chiquicientas versiones cinematográficas, incluyendo la de ballet, con Nureyev y Margot Fonteyn? Antes de que termine de cuestionarme mi propia pregunta, Matilda me contesta con un rotundo "¡SÍ!" y se me ocurre, entonces, apelar a lo único que tengo a mano, aparte de la aplicación del iPhone, que es la película de Baz Luhrmann en DVD. Me fijo cuál es la calificación (porque todavía no la vi, es un regalo que estaba esperando el momento adecuado, que bien podría ser este) y es "PG13". Tengo mis dudas, más por la violencia que pueda tener que por las escenas amorosas.

-Perfecto- le digo a Matilda-. Acá está. Esta es la versión original.

Mientras vemos la película, extasiadas en nuestras diferentes lecturas, pienso en la famosa frase "Nada se crea, nada se pierde, todo se transforma". También pienso que el verdadero arte, por más violento o crudo que sea, no puede hacer daño. Y tengo la certeza de que estamos apreciando una verdadera obra maestra.

lunes, 3 de octubre de 2011

Fecha de vencimiento

En una de las escenas finales de "El vengador del futuro" (otra espantosa traducción de un título de película, "Total Recall" en este caso), Douglas Quaid, alias Hauser (encarnado por Arnold Schwarzenegger) pone su mano en un dispositivo fabricado mucho tiempo antes, para encender un reactor que supuestamente permitiría crear una atmósfera de oxígeno en Marte. La pregunta que siempre me hago cuando veo (o recuerdo) esa escena es cómo saber que el aparato va a funcionar. ¿Es una cuestión de fe creer que algo que se creó mucho tiempo atrás y quedó abandonado puede todavía reaccionar del modo esperado? ¿No estará oxidado? ¿No se habrán atrancado los engranajes?

Esto se aplica a mí misma, en situaciones cotidianas, de las más simples a las más complejas. Desde utilizar una función en mi computadora, o teléfono, que jamás usé hasta ese momento, pasando por el encendido de los regadores todas las primaveras, hasta la posibilidad de escribir una buena historia, cuando desde hace años que no escribo ninguna. Demasiados años.

Pero, como Quaid, soy optimista. Me resisto a creer que mis mecanismos de escritura se hayan inutilizado con el tiempo. La comparación con el añejamiento del vino es un cliché que ya me tiene harta, con lo cual me remitiré a decir, lisa y llanamente, que la creatividad no debería tener fecha de vencimiento, sin importar cuántas décadas hayan pasado desde su último uso. Como Quaid, pongo la mano en el dispositivo, y me entrego.

jueves, 10 de mayo de 2007

Y recomendando

Un libro: Nobody Belongs Here More Than You. Cuentos de Miranda July.
Una joya absoluta.
Acaba de publicarse en inglés, así que supongo que todavía no existe una traducción al español (pero vale la pena esperar, y ojalá traduzcan como se merece).
Mientras tanto, pueden ver la película Me and You and Everyone We Know, para precalentar.

Desrecomendando

Spiderman 3. Si la primera era floja, y la segunda era pésima, esta no tiene calificativo posible para meter en la lista.
Una perla de muestra: un recluso se escapa de la prisión, y para que no lo reconozcan... ¡se pone una remera a rayas! Imagínense el resto.
Por supuesto, si le piden la opinión a Matilda, les va a decir que le encantó. Y bueh. Todavía tiene unos años por delante para darse cuenta.