viernes, 20 de abril de 2007

Supongo entonces que pedir que me metan en el freezer, como a Walt Disney, tampoco es opción...

Los australianos, no sé si por la sequía, o por qué carajos, se suman al grupo de los que ahora empezaron a preocuparse por el recalentamiento global (se hubieran acordado antes, muchachos). La noticia le habrá causado gracia a Keith Richards (que supo usar las cenizas de su padre para algo más, como recordarán).