viernes, 6 de abril de 2007

A la mierda los comentarios

He tomado una decisión impulsiva: no más comentarios. No sé si hago esto para recibir comentarios (que, de hecho, han sido pocos, y algunos míos, encima). Creo que entre esperar comentarios que no aparecen y no permitir ninguno, me quedo con la última opción.
Patético, tal vez, pero más cómodo.
Pueden, igual, seguir escribiéndome e-mails (o empezar a escribir, pedazo de haraganes).